Una más de Rafa
Cuando al senador Moreno Valle le asaltaba la nostalgia, era común que recordara momentos que hoy lo señalan como un auténtico mal agradecido.
De su propia voz ha contado a sus allegados que, en sus épocas de juventud, cuando sus papás realizaban innumerables viajes a Europa, él no tenía —salvo su chofer— a alguien que lo escuchara.
Presa de su soledad, confiesa Rafa que solamente era bien recibido en la casa de los Morales.
Relata el panista que cuando llegaba a la casa de Melquiades Morales era atendido por doña Socorro, quien dejaba lo que estuviera haciendo para prepararle personalmente el desayuno y escuchar las angustias del mozalbete.
Por eso —decía Rafa—, “doña Socorro es mi mamá poblana”.
Sobra decir que eso lo contaba cuando era el secretario consentido del sexenio melquiadista, en donde tenía la chequera abierta para hacer y deshacer con las finanzas estatales.
La pregunta es: ¿en dónde quedaron esas frases de agradecimiento y lealtad cuando traicionó a su padre político?
Más de los cambios
Los movimientos que anunciará el gobernador Marín la próxima semana están prácticamente definidos.
Tal y como se ha comentado, es un hecho que Alejandro Armenta vaya a dirigir al PRI, cediendo su lugar a Javier López Zavala en la Sedesol. A estos movimientos se sumarán los de Valentín Meneses a la SCT; y Alfredo Rivera a Turismo.
En donde aún existen dudas es en Sedeco y en la del Trabajo, en donde lo único seguro es que Gerardo Fernández dejará su secretaría.
En ese sentido, existe la posibilidad de que se fusionen la Secretaría de Desarrollo Económico y la del Trabajo, para que José Antonio López Malo se encargue de ambas carteras.
De lo contrario, y de mantenerse las dos secretarías, suena fuerte el subsecretario Carlos Hernández para hacerse cargo de la del Trabajo, mientras que López Malo arribaría —como se ha dicho hasta el cansancio— a Desarrollo Económico.
Vale la puntualización
Recibí una llamada de Antonio Hernández y Genis en la que me hizo algunas precisiones sobre mi columna de ayer.
Dice Toño —quien además fue testigo presencial del hecho— que, efectivamente, el papá de Melquiades Morales pidió con ilusión otra gubernatura para Chucho, pero que ésta no la hizo a los reporteros sino al mismísimo presidente de la República.
Según esta nueva versión, en un acto realizado en el auditorio de la Reforma, el entonces candidato a la gubernatura presentó a su padre al presidente Zedillo.
En medio de varios personajes, incluido Mario Marín —entonces candidato a la Presidencia Municipal—, don Melquiades (q.e.p.d) saludó al presidente y le dijo:
“¿Oiga y no habrá otra pa’ mi Chucho?”.
La frase arrancó las risas de los ahí presentes, quienes tomaron con humor la petición del patriarca de los Morales.
Y aunque ahora ese momento es parte del anecdotario, la realidad es que en ese momento don Melquiades hablaba en serio.
Tan en serio, que hasta ahora Chucho sigue buscando la teta que su hermano mayor le arrebató.
O cuando menos eso piensa el benjamín de los Morales.
El adiós al melquiadismo
Quienes podrían convertirse en los paganos del borlote provocado por Chucho Morales, son los funcionarios del gabinete extraídos de las fuerzas melquiadistas.
Si Roberto Morales y Rómulo Arredondo tenían posibilidades de permanecer en el gabinete, ahora —tras la afrenta de Chucho al gobernador— podrían tener los días contados.
Habrá que esperar, pero si Roberto no estaba en la lista, sus manifestaciones a favor de su hermano lo podrían poner de patitas en la calle.
Y todo por los caprichos del nene consentido.
E.Nuñez / Intolerancia
Foto Archivo Intolerancia
Febrero 2008