lunes, 25 de febrero de 2008

Cínicos

Entre el cinismo y la falta de dignidad

 Intolerancia / E. Nuñez

 

No sé qué es peor, si el cinismo de Rafael Moreno Valle o la falta de dignidad de David Villanueva.

De los dos no se hace uno.

No puedo entender cómo el senador panista pudo asistir a la iglesia de Las Ánimas, en donde la bautizada era nada más y nada menos que la nieta de Melquiades Morales.

Peor aún, el padrino del bautizo fue el propio exgobernador, junto con su esposa Socorro Alfaro de Morales.

Se necesita ser cínico, para asistir a la iglesia, a un acto familiar, después de lo que Rafa ha dicho de esa familia.

Me queda claro que para este sujeto no es problema faltarle el respeto hasta a la religión que dice profesar.

Entre más pasa el tiempo, más confirmo que Rafita es capaz de venderle su alma al diablo con tal de hacer realidad sus proyectos políticos.

Y por su parte, el “talentoso, brillante e inteligente” —como algunos lambiscones suelen apodarlo— de David Villanueva, mostró que con tal de congraciarse con Moreno Valle es capaz hasta de anteponer sus intereses políticos, antes que respetar a su familia política.

Sobre todo si tomamos en cuenta, que el jefe de esa familia no es otro que Melquiades Morales.

Su suegro y exjefe.

En esta ocasión Villanueva y Verónica Morales tuvieron la ocurrencia de invitar a su amigo Rafael Moreno Valle.

Podría parecer un asunto sin importancia, si no fuera por todas las ofensas que Rafa propinó al ahora senador Melquiades Morales, en una de las más claras muestras de desagradecimiento político de que se tenga memoria.

Pobre Carmen María, con los años sabrá que su papá utilizó su bautizo para congraciarse con Rafita, sin importarle los agravios de éste para con su abuelo.

 

 

Rafa saca el cobre

El descaro de Rafa no concluyó con su asistencia a la iglesia de Las Ánimas.

Fiel a su cinismo —y después del bautizo— Moreno Valle no tuvo empacho para censurar al grupo melquiadista, por el arranque de campaña de Chucho.

Así como usted lo lee.

Saliendo de la iglesia y arremetiendo contra quienes acababa de compartir “el cuerpo y la sangre de Cristo”.

Que se espante quien no lo conozca.

No cabe duda que de Rafa debemos cuidarnos todos.

Y quienes andan cerca, pues más.

 

 

El desaire a los Morales

Independientemente de lo anterior, los dos eventos organizados por los Morales, el bautizo de Carmen María y el “destape” de Chucho, la realidad es que el común denominador de ambos fue el desaire.

Salvo contadas excepciones, lo que abundó fue la pipitilla.

En el bautizo pudimos ver al gabinete melquiadista “sacudiendo la polilla” y en el destape a un grupo de señoras encopetadas hablando de lo que nada saben: de política.

Así transcurrieron los dos eventos que hicieron suspirar a un grupo que con nostalgia recuerda los tiempos que jamás volverán.

 

 

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